Es probable que haya escuchado una y otra vez que fumar puede tener un impacto grave en tu salud bucal. Pero, ¿qué le hace fumar realmente a la boca y por qué es un problema?
A continuación vamos a descubrir las verdaderas razones por las que fumar es uno de los hábitos más destructivos cuando se trata de su salud bucal y los graves riesgos para la salud que conlleva.
Manchas amarillentas
Fumar es bien conocido por el efecto amarillento que tiene en los dientes. Esta decoloración son en realidad manchas dejadas por la nicotina y el alquitrán que se encuentran en los cigarrillos y otros productos del tabaco. Los dientes amarillentos pueden ser extremadamente difíciles de blanquear, según la profundidad de las manchas y el tiempo que hayan estado expuestos a los diversos productos químicos que se encuentran en los productos del tabaco. La exposición de los dientes a estos productos químicos debilita el esmalte dental, la capa protectora que no se puede reemplazar, lo que hace que los dientes se vuelvan vulnerables y permite que las manchas se incrusten profundamente en los dientes.
Dientes podridos
Debido a que los productos químicos en los productos del tabaco debilitan el esmalte protector del diente, los dientes se vuelven más susceptibles a las bacterias, los ácidos y otras sustancias destructivas. Sin una capa protectora, estas sustancias pueden corroer los dientes y eventualmente hacer que se pudran hasta la raíz del diente. Esto puede ser extremadamente doloroso y puede hacer que los dientes se aflojen, requiriendo extracción e incluso que se caigan. Esta pudrición también puede provocar una infección que conduce a problemas aún mayores. Fumar provoca una falta de oxígeno en la sangre, que su cuerpo necesita para combatir estas infecciones. Ser menos capaz de combatir naturalmente las infecciones también puede provocar problemas importantes como la enfermedad de las encías.
Enfermedad de las encías
La disminución de los niveles de oxígeno en la sangre conduce a un sistema inmunológico debilitado y deja la boca vulnerable a infecciones. Esto significa que las bacterias que se encuentran en la boca pueden acumularse e infiltrarse más fácilmente en las encías. Las bacterias pueden destruir rápidamente la pulpa de las encías, provocando que retrocedan y se aflojen y no sean saludables. Las encías ayudan a anclar los dientes en su lugar, por lo que cuando su salud se ve comprometida, los dientes pueden aflojarse y posiblemente caerse. Cuando la enfermedad de las encías progresa, puede afectar los huesos y la carne circundante, provocando que también se rompan. Los estudios han demostrado que quienes fuman tienen dos veces más probabilidades de contraer enfermedades de las encías que quienes no lo hacen.
Cáncer oral
Los productos del tabaco como los cigarrillos, las pipas, el tabaco de mascar y otros son altamente cancerígenos. Las sustancias químicas que se encuentran en estos productos se han citado como una de las principales causas de muchos cánceres, incluido el cáncer oral. Hay más de 7,000 sustancias químicas que se encuentran en el humo del tabaco, incluidas más de 70 que se sabe que causan cáncer. El cáncer oral es especialmente peligroso porque, por lo general, quienes lo padecen lo desconocen en las primeras etapas, ya que no produce efectos secundarios dolorosos hasta que se ha propagado. Históricamente, más del 75% de las personas mayores de 50 años que han tenido cáncer oral eran fumadores habituales de tabaco en algún momento de su vida. El cáncer oral puede tomar muchas formas, incluidos bultos inexplicables, sangrado, hinchazón, entumecimiento, dolor y dificultad para tragar.
Sensibilidades dentales
Debido a que fumar debilita o erosiona el esmalte dental, los dientes de los fumadores a menudo son vulnerables y pueden volverse extremadamente sensibles a las temperaturas frías y calientes. Esto puede ser bastante doloroso y muy restrictivo cuando se trata de comida y bebida.
Tratamientos
Hay pastas dentales y enjuagues bucales disponibles en el mercado producidos específicamente para aquellos que usan productos de tabaco, sin embargo, no son tan efectivos para tratar los problemas bucales provocados por fumar como deshacerse del hábito. Estos productos son generalmente más duros y abrasivos en un intento de atacar las bacterias destructivas, pero no tienen ningún efecto en restaurar el esmalte, revertir la pudrición de los dientes, la podredumbre de la raíz, la podredumbre de las encías o prevenir cualquier tipo de cáncer.
Los consumidores de tabaco, especialmente, deben visitar a su dentista con regularidad para controlar de cerca su salud bucal. Es importante tener en cuenta que el único tratamiento verdaderamente eficaz para restaurar la salud de la boca de un fumador es dejar de fumar.
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